VUELTA AL LAGO LLANQUIHUE
A fines del 2010, me contacta Harry Opitz para entrenamiento, nos juntamos y a los pocos días me llama para ver la forma en que podría ayudar a una escuela rural de la que su padre estaba a cargo, al enterarme que estaba en la ribera del lago Llanquihue de inmediato pensé en correr dándole la vuelta, se lo propuse y le gusto la idea, le pregunte cuantos kilómetros eran me dijo que unos 220, finalmente fueron 160 (menos mal) entonces le dije que lo haríamos, para eso pedí una carta formal haciendo la solicitud, de esta forma podría pedir auspicios para poder financiar la expedición.
Le comente a Matías Anguita, mi socio en esos momentos, el se sumo de inmediato, luego le comente a Nahila Hernández en Atacama a lo que ella me comento que le interesaba ayudar. La fecha de hacer esto se nos venia encima ya que una de las necesidades era una estufa de combustión lenta así es que teníamos que hacerlo antes del invierno, la fecha seria en mayo. Llame a mis amigos de KM 1000 de Puerto Varas y gracias a ellos tuvimos apoyo logístico, Andres Waeger Distribuidor de Volkswagen de la zona nos presto una camioneta Amarok. A Matías le habían pedido unas charlas en la Universidad de Los Lagos que incluía los pasajes así es que la hizo coincidir, Nahila llego diercto de Mexico a Osorno. Gracias a estas ayudas pudimos hacer el evento ya que nos fue mal con los auspicios. No podíamos dejar de cumplir así es que, gracias a las donaciones de los amigos de K1000 logramos que se comprara todo lo que necesitaban. Quedamos admirados de la labor del padre de Harry, la escuela tenia 11 alumnos de varios cursos y el los educa a todos al mismo tiempo, la gratificación de haber cumplido con ellos supero todo el esfuerzo. |